Las impresoras térmicas de etiquetas en la industria médica tienen sus inconvenientes, incluido un costo inicial más alto, opciones de color limitadas, el posible impacto ambiental de la producción de etiquetas y la necesidad de conocimientos especializados para operarlas. La calidad de las etiquetas térmicas también puede afectar la calidad y la longevidad de la impresión, y la información es propensa a desvanecerse con el tiempo.