El rendimiento de la impresora térmica se ve influenciado por el desgaste del cabezal de impresión, la limpieza, la configuración de los parámetros, la calidad del papel térmico y el entorno de trabajo. El mantenimiento de los cabezales de impresión, el uso de papel de calidad y la configuración adecuada pueden prolongar la vida útil de la impresora y la calidad de impresión.