¿Es la transferencia térmica mejor que la térmica directa?

Elegir una impresora térmica para su negocio puede ser confuso. Probablemente haya oído los términos "térmica directa" y "transferencia térmica", pero ¿cuál es la diferencia y cuál es mejor?

Lo cierto es que ninguna es universalmente "mejor". Cada tecnología tiene sus ventajas y está diseñada para un propósito específico. Su elección depende completamente de lo que necesite que hagan sus etiquetas.

Térmica directa: la opción rápida y sencilla
Esta tecnología es increíblemente popular por una razón principal: su simplicidad. Imprime sin cinta, tóner ni tinta. Utiliza una etiqueta termosensible que se vuelve negra al calentarse con el cabezal de la impresora.

Ventajas:

Fácil de usar: simplemente cargue el papel y estará listo para imprimir.

Bajo costo: Las impresoras y etiquetas generalmente son más asequibles y usted ahorra dinero al no tener que comprar cintas.

Conveniente: es un proceso limpio que no requiere cambiar consumibles.

Contras:

No son duraderas: Las etiquetas son sensibles al calor, la luz y la fricción. Pueden desteñirse con el tiempo, especialmente con la luz solar directa.

Materiales limitados: solo se puede imprimir en papel térmico directo.

Ideal para: etiquetas de envío, recibos, pases de visitantes temporales o cualquier aplicación donde la etiqueta solo se necesite por un período corto.

Transferencia térmica: la opción duradera y versátil
La tecnología de transferencia térmica utiliza una cinta como fuente de tinta. El cabezal de impresión funde la tinta de la cinta y la aplica a la etiqueta.

Ventajas:

Extremadamente duradero: las impresiones son resistentes a arañazos, agua, productos químicos y luz ultravioleta.

Larga duración: la calidad de impresión se mantiene nítida y clara durante años.

Versátil: puede imprimir en una amplia variedad de materiales, incluidos papel, etiquetas sintéticas e incluso tela.

Contras:

Requiere una cinta: debes comprar y reemplazar cintas, lo que aumenta el costo continuo.

Mayor costo: Tanto la impresora como los consumibles son generalmente más caros que las opciones térmicas directas.

Ideal para: etiquetas de activos, etiquetas de productos, códigos de barras industriales o cualquier aplicación que requiera una etiqueta duradera y de larga duración.