Impresión térmica vs. impresión por transferencia térmica: ¿Qué solución de etiquetado debería elegir?

En lo que respecta a la impresión de etiquetas, las empresas a menudo se enfrentan a una decisión crucial: ¿Deben optar por la impresión térmica directa o la impresión por transferencia térmica?
Ambas tecnologías se basan en el calor, pero difieren en materiales, durabilidad y casos de uso ideales.

1. Impresión térmica directa: Sencillez y rentabilidad

Las impresoras térmicas directas utilizan papel termosensible para crear imágenes sin tinta ni cintas. Esto las hace sencillas, de bajo mantenimiento y económicas, perfectas para etiquetas de corta duración como etiquetas de envío, recibos y envases de alimentos.
Sin embargo, las etiquetas térmicas directas son sensibles al calor, la luz y la fricción, por lo que la impresión puede desvanecerse con el tiempo; no es lo ideal para el almacenamiento a largo plazo ni para su uso en exteriores.

2. Impresión por transferencia térmica: Durabilidad y versatilidad

Las impresoras de transferencia térmica utilizan una cinta que funde la tinta sobre las etiquetas, produciendo impresiones muy duraderas y resistentes. Este método admite una amplia gama de materiales, incluyendo papel, poliéster y etiquetas sintéticas, lo que lo hace perfecto para el seguimiento de activos, la gestión de almacenes y el etiquetado industrial.
¿La contrapartida? Unos costes ligeramente superiores debido al uso de cintas y a un mantenimiento más frecuente.

3. Elegir la solución correcta

Elija la impresión térmica directa si necesita etiquetas desechables, rápidas y de bajo coste.

Elija la opción de transferencia térmica si necesita etiquetas que resistan el calor, la humedad o la exposición a los rayos UV.